Escrito por: Dr. Alberto Pomares
La sonrisa es una de las señas de identidad de la persona. Es la que transmite alegría y felicidad; pero también autoestima, confianza en uno mismo y seguridad ante los demás. Por otra parte, no hay que olvidar que en una sociedad en la que la imagen es esencial, mostrar una sonrisa bonita es muy importante. En muchos casos, la única forma de conseguirla es colocando alguno de los 3 tipos de ortodoncia que te explicamos en este artículo.
Afortunadamente, los avances en los últimos años han sido muchos, y hoy en día los pacientes pueden someterse a diferentes tratamientos de ortodoncia para corregir maloclusiones o problemas de alineación dental. Pero siempre, la elección debe realizarse después del estudio de ortodoncia bajo el consejo y la supervisión del especialista, que es quien mejor sabe cuál de ellos es el adecuado en cada caso. ¿Qué tipos de ortodoncia existen?
Brackets metálicos
Es el tratamiento de ortodoncia más tradicional, capaz de corregir incluso problemas de apiñamiento dental severo o maloclusiones graves. Trabaja a través de esas pequeñas piezas adheridas a los dientes y unidas por un arco, que es el que guía el movimiento de los dientes hacia su posición correcta con la ayuda de unas gomas.
Es un tratamiento de ortodoncia muy eficiente, que puede llevar cualquier persona, independientemente de su edad. Además, una vez que se ha acostumbrado a los brackets, no suelen generar grandes molestias.
Otra de sus ventajas es su precio, ya que de los tratamientos de ortodoncia mediante brackets metálicos son sensiblemente más económicos que otros más discretos. En lo que no hay diferencia es en los resultados.
El mayor inconveniente de este tipo de ortodoncia está en la estética, ya que los brackets son muy visibles, aunque hoy en día los hay de tamaño reducido. Por ello, no suele ser el tratamiento más habitual en pacientes que quieren cuidar su estética dental.
Brackets cerámicos
Tanto en su funcionamiento como en su efectividad para corregir problemas dentales severos, son exactamente iguales a los brackets metálicos. Pero hay una diferencia esencial: la estética. Este tratamiento de ortodoncia utiliza brackets fabricados con un material parecido a la cerámica, de un tono muy similar al de los dientes, por lo que es mucho más discreto.
Esta discreción hace que sea una buena alternativa para esos pacientes más preocupados por su apariencia estética. Pero, por el material en el que están fabricados, los brackets cerámicos son también la mejor opción en el caso de personas que han manifestado algún tipo de alergia hacia los metales con los que se fabrican los brackets de la ortodoncia tradicional.
Este tipo de ortodoncia tiene dos pequeños inconvenientes. Por un lado, que los brackets son menos resistentes que los metálicos, lo que no quiere decir que se deterioren con más facilidad, simplemente que es necesario tener más precauciones con los alimentos duros. Por otro, pueden adquirir un tono diferente con la ingestión frecuente de ciertas comidas o bebidas.
Ortodoncia invisible
Es diferente a los otros dos tipos de ortodoncia anteriores, ya que funciona mediante unos alineadores completamente transparentes que se pueden quitar y poner. Estos se diseñan para que ejerzan presión en los dientes, de modo que se vayan moviendo hacia la posición adecuada. Por eso, a lo largo del tratamiento el paciente recibe diferentes alineadores hasta conseguir que las piezas dentales se hayan colocado correctamente.
Aunque es más caro, este tratamiento de ortodoncia tiene muchas ventajas. Por un lado, los alineadores son completamente transparentes. De esta forma, Invisalign es la mejor elección para aquellas personas que necesiten cuidar su apariencia, por ejemplo, por cuestiones laborales.
Además de ello, es una ortodoncia mucho más cómoda de llevar, que no crea al paciente ninguna molestia. Tampoco genera ningún problema a la hora de comer, ya que se pueden quitar. Y otra gran ventaja: la higiene oral es mucho más sencilla que con los brackets.
Cualquier paciente puede someterse a este tratamiento de ortodoncia, incluso niños. Pero hay que ser muy constante, ya que para obtener los resultados deseados en el tiempo previamente establecido es necesario llevar los alineadores puestos al menos 22 horas al día.
¿El mejor consejo? Seguir siempre las recomendaciones del ortodoncista. Es una de las claves del éxito de cualquier tratamiento de ortodoncia.
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