Escrito por: Dr. Andrés Roca
La sonrisa, al igual que el resto de nuestro rostro, es un factor importante que influye en nuestra estética. Unos dientes chuecos, amarillentos y desalineados pueden tener un impacto negativo en la forma en que otros nos perciben, razón por la cual la odontología se ha vuelto muy crucial a la hora de mejorar nuestra imagen y salud bucal. Uno de los procedimientos más solicitados para conseguir bienestar en este aspecto es la cirugía para implante dental.
La cirugía para implante dental es un procedimiento muy común en el mundo de la odontología, y consiste en la sustitución de las raíces de los dientes por tornillos. El propósito de ello es brindar a los dientes falsos un soporte firme y duradero, de la misma manera que las raíces se lo ofrecen a los dientes naturales. Si estás a punto de someterte a esta cirugía o lo estás considerando ¡Saca las preocupaciones de tu mente! Te explicamos cómo funciona.
Razones por las que se realiza una cirugía para implante dental
Como ya mencionamos, el objetivo final de una cirugía para implante dental es la de conseguir una buena salud y estética en los dientes. Existen muchas razones para querer esto: te faltan algunos dientes, tienes problemas a la hora de hablar, la dentadura postiza no es una opción para ti o te gustaría que tu dentadura se vea más atractiva. Este procedimiento se recomienda a individuos con tejidos orales saludables, que no fuman tabaco y tiene huesos adecuados.
Fases de una cirugía para implante dental
Dependiendo de diferentes factores de riesgo o de la salud de tu mandíbula, la cirugía para implante dental se puede realizar en una única fase o en dos. Sea cual sea tu caso, nos encargaremos de explicarlos ambos para que puedas tener tranquilidad al respecto mientras entras a la sala de operaciones con tu odontólogo.
Fase uno
La cirugía para implante dental empieza aplicando sedante en tu mandíbula. Esta fase consiste en la adaptación de tu hueso maxilar a las nuevas raíces. El cirujano se encarga de ejecutar una pequeña incisión con el fin de dejar expuestos tu encía y hueso maxilar. Luego, hace un corte en el hueso alveolar; en ese agujero se colocará el implante.
Esta segunda incisión es la más profunda, y requiere un tiempo de espera para que la mandíbula se adapte. El tiempo de espera suele tomar entre unos tres y ocho meses, con el fin de que tu mandíbula pueda aceptar de manera natural la nueva raíz, que serán los tornillos metálicos. También para que el hueso cicatrice.
Fase dos
Después de que el tiempo de espera ha pasado. Es necesario volver al quirófano para colocar la última parte faltante de la cirugía para implante dental. Esta cirugía es menor y te afectará en menor medida. Se abre nuevamente la encía para que se exponga el tornillo antes introducido y también se analiza el estado del hueso maxilar; esto último para comprobar que la adaptación es correcta. Finalmente, se fija el implante y se cierra el área con puntos.
La cirugía para implante dental en una sola fase
Esta cirugía se puede realizar en una sola fase en caso de que durante la cirugía sea necesario extraer un diente antes, entre otros casos. En este tipo de cirugía para implante dental, la varilla o tornillo del implante y el pilar que va a través de las encías para conectar los implantes se colocan al mismo tiempo, en el mismo día.
Lo que sucede después de la cirugía
Una vez completadas las fases anteriores, por fin el proceso de la cirugía para implante dental ha terminado. Sin embargo, después empieza el proceso de recuperación. Cuando el procedimiento ha terminado, la persona debe descansar hasta que el efecto de la anestesia haya pasado. Luego, se recetan analgésicos para el dolor, además de recomendar que alguien más le acompañe. Se puede experimentar sangrado leve, hinchazón, moretones y dolor en los implantes.
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