Una boca en buen estado, sana y limpia, es en primer lugar una excelente carta de presentación personal y, además, un magnífico indicador de la calidad de la salud general que disfrutamos.
Por el contrario, una boca en mal estado puede ser indicador de enfermedades o ser su causante final, lo que debe darnos idea de la importancia de su cuidado.
Finalmente, conviene recordar que la idea de que el envejecimiento conlleva de forma automática la pérdida de las piezas dentales es un error muy común. Si cuidamos nuestra salud bucodental de forma adecuada y constante, podremos disfrutar, de mayores, de una dentadura sana y bonita.
Aquí van unos cuantos buenos consejos prácticos:
Practica una buena higiene bucal
Cepíllate los dientes con pasta dentífrica después de cada comida durante unos dos minutos, con movimientos lentos y elípticos. Pasa también el cepillo por la lengua de atrás hacia adelante, para eliminar bacterias que producen mal aliento. Pásate a menudo una seda dental, para eliminar la placa bacteriana que se acumula entre los dientes. Cambia de cepillo cada tres meses, si tuviste gripe o infección estomacal recientemente, o si observas que las cerdas están dañadas.
Cuida las encías
La limpieza de las encías es tan importante como la de las piezas dentales, para evitar enfermedades periodontales como la gingivitis o la periodontitis. Vigila que no aparezcan síntomas como la inflamación, el enrojecimiento o el sangrado, causadas por malos hábitos alimenticios o deficiente higiene.
Mejora tu alimentación
Es aconsejable evitar el consumo de azúcar libre entre comidas o al menos limitar su consumo a las horas de las comidas, donde el flujo salivar es mayor y permite un rápido aclaramiento oral. La Organización Mundial de la Salud recomienda reducir el consumo de azúcar libre a menos de 25 g. diario, lo que equivale aproximadamente a unos 6 terrones.
La frecuencia en la ingesta de alimentos con azúcar añadido (sobre todo entre comidas), favorece cambios en el pH de la saliva, lo que incrementa la probabilidad de desmineralización del esmalte.
La dieta ha de ser muy variada, huyendo de los abusos y de las comidas monotema. Debemos disminuir el consumo de chuches, refrescos y zumos con azúcar añadidos, incluso el pan, la bollería y la pasta que, en definitiva, la gran mayoría están hechos con harinas refinadas y sustituirlos por productos con harinas integrales.
Deja de fumar
Bien es sabido que el tabaco causa una cantidad ingente de enfermedades. Con respecto a sus repercusiones en el medio oral, este ataca de forma agresiva al hueso que soporta los dientes. Es uno de los principales factores de riesgo en la aparición de la enfermedad periodontal, pudiendo además desencadenar la aparición de un cáncer oral.
Evita el estrés
La gran enfermedad de nuestro tiempo. El ritmo acelerado de nuestra vida diaria se manifiesta en nuestra salud bucodental en problemas como el bruxismo. El bruxismo nos hace apretar o rechinar los dientes de forma incontrolada, causando su deterioro o rotura, e incluso dolores articulares, musculares y dolor de cabeza.
Cuida la estética
Una boca con los dientes completos y bien alineados es más fácil de limpiar, por tanto es más sana, además de más bonita. Si tienes problemas de malposiciones no dudes en someterte a una ortodoncia. En cambio, si has perdido alguna pieza o tienes dientes deteriorados, tu solución podría ser un tratamiento con implantes o carillas estéticas.
Ven a Dental Roca con regularidad
Es muy importante que visites a tu dentista de confianza de Dental Roca con regularidad, para hacerte revisiones y limpiezas periódicas. De este modo, si tu odontólogo detecta a tiempo algún problema como una caries o una enfermedad periodontal, podrá aconsejarte el tratamiento más adecuado. El mejor tratamiento es la prevención.
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