¿Cuáles son las consecuencias de la falta de piezas dentales?

La falta de piezas dentales es un problema cada vez menos frecuente, pero no por ello poco común. Muchas personas adultas sufren la pérdida de dientes y por diversas razones, deciden no realizarse un implante. La desinformación y el miedo al dentista son dos causas comunes de la falta de piezas dentales. Para las personas que tienen miedo, existen métodos como la sedación consciente. En cuanto a la desinformación, vamos a tratar de ponerle remedio aquí.

La creencia popular es que, mientras puedas masticar bien, la falta de piezas dentales no acarrea mayores complicaciones. Sin embargo, la realidad es muy distinta. La dentadura es un mecanismo más complicado de lo que parece y la falta de una de sus piezas, crea desequilibrios y compromete al resto. A parte de las obvias consecuencias estéticas, existen muchas consecuencias funcionales de la falta de piezas dentales.

Problemas causados por la falta de piezas dentales

La falta de uno o varios dientes afecta a la funcionalidad de la mandíbula entera, puede ocasionar problemas de salud dental y en algunos casos, las consecuencias estéticas pueden afectar al bienestar psicológico y a nuestra vida laboral o social.

Por ejemplo, la falta de piezas dentales puede desencadenar problemas de fonación, es decir, dificultades al hablar usando ciertos sonidos. Por ejemplo, la ausencia de un incisivo central evitaría que usemos el sonido de la z, ya que éste se crea tocando los dientes delanteros superiores con la lengua. En algunos ambientes laborales en los que el don de la palabra y la oratoria son importantes, los problemas de fonación son altamente disruptivos.

La falta de piezas dentales también provoca complicaciones al masticar. La distribución y forma de la mordida, incluso con todos los dientes, si es incorrecta, puede desencadenar daños en la mandíbula. Con la falta de piezas dentales, la mordida es más irregular:

• Es posible que, al ser más difícil masticar con un lado que con otro, forcemos demasiado algunos dientes, provocando desgaste en toda la zona.
• Las encías también sufren, ya que el alimento se puede mover hasta el hueco donde antes estaba el diente y, al masticar, la fuerza se ejerce con las propias encías.
• La falta de piezas dentales crea espacios que los dientes adyacentes tienden a intentar ocupar. Piensa en tu mandíbula como un muro de carga. La fuerza que se ejerce sobre él debe estar distribuida equitativamente, porque si no unas zonas recibirán más desgaste del que están diseñadas para aguantar. Si hay espacio abierto, las zonas donde se ejerce demasiada presión serán empujadas a ocuparlo. Es decir, que cada vez que masticas con los dientes adyacentes a un hueco, estás empujando ambas piezas contra la encía sin diente. Esto puede desencadenar maloclusiones dentales y dolores.
• Cuando se pierde un diente y no se sustituye pronto, se produce una pérdida de hueso en el maxilar. Es decir, más problemas para masticar y más dificultades para reemplazar el diente.

Las consecuencias estéticas de la falta de piezas dentales pueden causar inseguridades y aparición de complejos. También pueden causar miedo por perder nuestra situación social o el éxito en nuestro trabajo. Además, como mencionamos anteriormente, la falta de piezas dentales ocasiona pérdidas óseas, lo cual puede provocar el hundimiento del labio y la deformación de los rasgos faciales.

Soluciones sencillas para la falta de piezas dentales

La solución es sencilla; colocar un implante. El implante cumple todas las funciones de la pieza dental perdida, arreglando la mordida o cualquier problema de fonación. Además, el implante actúa también como raíz del diente, por lo que se fusiona con el hueso maxilar (osteointegración) y evita la pérdida ósea.

Mucha gente tiene miedo de que el proceso pueda ser doloroso o molesto, pero toda la operación se realiza con anestesia local y, si lo pide el paciente, sedación consciente. Además, gracias a que contamos con las tecnologías más avanzadas del mercado, podemos garantizar resultados más precisos y duraderos. Con este tratamiento tendrás la misma sensación cuando comas o hables que tenías con tus propios dientes naturales.

Ya conoces las consecuencias de la falta de piezas dentales. No te la juegues y reserva cita ya para un implante fácil y sin dolor.