¿Cepillo manual o eléctrico? Esa es la cuestión

Como el príncipe Hamlet, el célebre personaje de Shakespeare, cada vez que nos encontramos ante la tesitura de decidir qué método de cepillado bucal escoger nos pueden entrar unas dudas casi metafísicas, dudas que esperamos poder ayudarte a resolver con este artículo.

Antes de elegir el método de cepillado

Antes de escoger entre uno u otro método de cepillado deberías comenzar por preguntarte si estás cumpliendo con los parámetros adecuados de una correcta higiene bucodental, por lo que te aconsejamos que repares primero en estos hábitos:

• ¿Te cepillas los dientes con la frecuencia adecuada? Recuerda que lo conveniente es hacerlo después de cada comida, con el fin de eliminar los restos de alimentos y reducir la placa bacteriana y el sarro.

• ¿Usas una técnica correcta? Es muy importante cepillar todas las caras de las piezas dentales (exterior, interior y de trituración), sin emplear una fuerza excesiva que dañe el esmalte. Ah, y no te olvides de la lengua, en ella se acumulan muchas bacterias, para ello usa incluso un raspador lingual.

• ¿Eliges bien la pasta de dientes? Procura utilizar una pasta fluorada y no pongas una cantidad excesiva en el cepillo, basta con que tenga el tamaño de un garbanzo pequeño.

• ¿Cada cuánto tiempo cambias de cepillo o cabezal? Lo más conveniente es hacerlo como mucho cada tres meses, pues las cerdas se desgastan y tuercen, además de que van acumulando bacterias con el paso del tiempo.

• ¿Usas otros elementos de higiene complementarios? Para llevar a cabo una higiene bucodental exhaustiva no basta con un buen cepillado, sino que es aconsejable usar hilo dental, cepillos interproximales y enjuagues bucales o colutorios. De este modo limpiarás de forma completa las zonas interdentales y reducirás la presencia de placa bacteriana.

Ahora que ya sé cómo hacerlo bien, ¿qué cepillo escojo?

Para empezar, debemos advertir que si se usa correctamente el cepillo manual tradicional, este es tan efectivo como el moderno e innovador cepillo eléctrico. Sin embargo, este último tiene algunas interesantes ventajas aportadas por la tecnología que lo hacen preferible hoy en día, repasaremos las más importantes:

• Gracias a sus movimientos oscilatorios y rotatorios el cepillo eléctrico permite llegar mejor a todas las caras de las piezas dentales y a los recovecos y zonas interdentales, así como a la zona de contacto entre dientes y encías, lo que significa realizar un cepillado más efectivo.
• Es menos agresivo con el esmalte. Los modelos más avanzados disponen incluso de un sensor de presión que evita que empleemos demasiada fuerza (mejor escoger un cabezal con cerdas suaves o medias que cambiaremos cada tres meses como máximo), y un temporizador que nos avisa de que el cepillado no debe exceder de los dos minutos de duración.
• Se puede usar desde edades tempranas, aunque lo aconsejable es comenzar a familiarizarse con él a partir de los 8 años (entre los 10 y los 12 es cuando se alcanza el pleno control de las habilidades motoras). Para los niños puede convertirse en un entretenido juguete y la higiene bucal en un divertido juego que aprenderán rápidamente por imitación de los adultos.
• Es muy recomendable su uso para personas con discapacidades físicas o psíquicas, pues realiza el trabajo de higienización que el usuario no puede llevar a cabo por sí mismo.

Advertencia

El uso de un cepillo eléctrico puede suponer alguna dificultad de uso para aquellas personas que tienen implantes, ortodoncias o sufren algún tipo de problemas periodontales. En tal caso no te quedes con la duda, acude a Dental Roca y consúltalo con nuestros higienistas dentales. En nuestra Clínica Odontológica y de Medicina Estética nuestros profesionales están preparados para solucionar todas tus dudas y problemas.

Dra. Carolina Lafuente

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