Caries interdental: todo lo que debes saber

Las caries son uno de los problemas de salud bucal más frecuentes en nuestro país, tanto en niños como adultos. Conocemos como caries a las zonas dañadas de la superficie de los dientes, en forma de aberturas, agujeros o grietas. La causa más común es la falta de higiene dental, lo cual permite la proliferación de bacterias que “pican” el esmalte de los dientes y pueden terminar perforando hasta la raíz, causando la pérdida de una pieza. El consumo excesivo de azúcar, refrigerios o tabaco también puede ser un factor para el desarrollo de caries.

También existe la caries interdental, que ocurre en el espacio entre los dientes, en recovecos dónde a veces no alcanzamos con el cepillo de dientes normal. Es menos visible que la caries en los dientes, y por tanto muchos pacientes subestiman el daño que pueden provocar a largo plazo. Lo conveniente es, tan pronto como notemos alguna anomalía en nuestros dientes o en la boca, acudir a un dentista para que identifique las causas.

Síntomas de la caries interdental

La caries interdental es menos notable, a veces prácticamente invisible, en sus etapas tempranas. Es decir, que no siempre se pueden percibir molestias, dolor o alteraciones estéticas en la zona afectada. Esto es preocupante porque significa que la caries puede desarrollarse más antes de mostrar los primeros síntomas, así como alcanzar la pulpa o raíz del diente, provocando un dolor muy intenso y la potencial pérdida de la pieza dental.

Algunos de los síntomas que podríamos notar antes de que la caries interdental se vuelva grave son la sensibilidad al calor, sensibilidad al frío y sensibilidad al azúcar. Una insensibilidad muy alta a cualquier estímulo también podría indicar una caries interdental, ya que puede llegar a afectar al nervio.

¿Por qué se producen y cómo prevenir la caries interdental?

La boca produce bacterias de manera natural, que no tienen por qué volverse dañinas para nuestra salud. Cuando la limpieza bucal es deficiente, bien por falta de atención o bien por dificultades en la limpieza, las bacterias empiezan a acumularse y crean sarro. El sarro es fácil de ver en los dientes y es común pensar que solo se da en esa zona, pero también se puede acumular en las encías y en la zona entre dos o más piezas dentales. Esta zona puede ser más difícil de limpiar (sobre todo con un cepillo convencional), en especial si los dientes están muy pegados o el paciente lleva algún tipo de ortodoncia fija. También influye el hecho de que el esmalte dental es más fino en la parte de la raíz del diente, por lo que la placa bacteriana tiene menos problemas para atravesarlo.

Para prevenir la caries interdental, se pueden tomar ciertas medidas:

• Lavarse los dientes con cuidado, tres veces al día. Utilizar pasta con flúor ayudará a fortalecer el esmalte dental.
• Usar hilo dental para el espacio entre los dientes. Otras opciones son los cepillos eléctricos o los cepillos interdentales.
• Evitar el azúcar y los alimentos ácidos.
• Acudir al dentista una vez al año para una limpieza.
• Si el dentista lo considera necesario, empezar una terapia antibacteriana. Este tipo de tratamiento se usa en pacientes muy propensos a sufrir caries dental y caries interdental.