Cómo cuidar las encías y presumir de una buena salud bucodental

Mantener una adecuada salud bucodental es esencial, ya que lo que ocurre en nuestra boca repercute directamente en nuestro organismo, en nuestra calidad de vida y, por supuesto, en nuestra imagen. Y, dentro de esa atención imprescindible, es esencial cuidar las encías.

Al hablar de salud bucodental, a nivel popular lo más común es pensar solo en los dientes, en caries o en problemas relacionados con el esmalte como manchas o hipersensibilidad. Cuidar las encías parece algo secundario, pero jamás debe considerarse de esta manera.

La importancia de cuidar las encías

El estado de las encías repercute de manera decisiva en la salud bucodental. Hablamos del tejido que sirve de soporte y protección al corazón de los dientes. Un tejido que, al igual que el esmalte, está muy expuesto a la acción nociva de las bacterias que colonizan la boca y que acaban formando esa placa que crece en el borde de la encía.

¿Qué ocurre cuando esa placa se acumula? Que va provocando la inflamación y retracción de la encía. Así, la raíz del diente va quedando descubierto y se debilita, hasta tal punto que la pieza comienza a moverse y puede llegar incluso a perderse. Son los efectos de la gingivitis y la periodontitis, dos enfermedades periodontales mucho más graves de lo que a simple vista puede parecer.

Evitar llegar a esos extremos es fundamental, de ahí la necesidad de cuidar las encías. Solo así es posible disfrutar de una buena salud bucodental y una sonrisa bonita. Y no hay que olvidar que la pérdida de piezas pude implicar problemas no solo a nivel estético, también funcional, al impedir masticar o hablar correctamente.

Cómo cuidar las encías

Realmente, conseguir una buena salud bucodental con unas encías fuertes y sanas no exige un gran esfuerzo. En primer lugar, es fundamental someterse a revisiones periódicas, especialmente si se tienen antecedentes familiares de enfermedades periodontales o ha comenzado a manifestarse algún síntoma.

En una sencilla revisión el odontólogo puede comprobar el estado de las encías y recomendar un tratamiento adecuado para frenar esos primeros signos de gingivitis. Normalmente es suficiente con una limpieza en profundad realizada en la clínica.

Pero en casa también hay que cuidar las encías. Y, para ello, basta con tener en cuenta unos sencillos consejos:

– Cepillar los dientes siempre después de comer, pero evitando ejercer una presión excesiva. Esta es la mejor forma de evitar la acción de las bacterias y que comience a aparecer la placa.

– Cambiar el cepillo cada tres meses o cuando muestre signos de deterioro.

– Emplear una pasta de dientes adecuada, lo ideal es seguir el consejo del dentista.

– Usar hilo dental o cepillos interproximales. Hay que tener en cuenta que con el cepillado normal no se alcanza a limpiar toda la superficie dental ni toda la encía. La alternativa son los irrigadores bucales.

¿Cuándo hay que extremar la higiene?

Todos estos consejos se deben aplicar en cualquier rutina de higiene dental, pero son especialmente importantes en personas que lleven cualquier tipo de prótesis, aparatos de ortodoncia o implantes dentales que hagan que las encías estén más sensibles.

Además de ello, hay que tener en cuenta que hay factores que también afectan a la salud bucodental y, de manera especial, a las encías: tabaco, ciertos medicamentos, estrés, enfermedades como la diabetes o la osteoporosis, así como cambios hormonales relacionados con el embarazo y la menopausia.

Un factor de riesgo añadido es la genética. Se ha comprobado que la enfermedad periodontal tiene un componente hereditario. De esta forma, aquellas personas en cuya familia haya casos de problemas en las encías deben someterse a revisiones periódicas más frecuentes y también deben extremar su higiene dental.

Síntomas y consecuencias de problemas en las encías

Cuidar las encías y prestarles la debida atención es clave para disfrutar de una buena salud bucodental. Un diagnóstico precoz de las enfermedades periodontales permite iniciar tratamientos correctivos que son eficaces para corregir o detener el avance del problema.

Los síntomas son evidentes. En sus primeros estadios, la gingivitis se manifiesta con enrojecimiento, inflamación y sangrado de encías. Mal aliento y sensibilidad en la zona son también signos a los que hay que prestar atención. Cuando ya se ha desarrollado periodontitis, la encía se retrae, la raíz queda expuesta, comienza la movilidad dental y, finalmente se pierde la pieza.

Pero las consecuencias de no cuidar las encías van mucho más allá de la pérdida de dientes. Se ha relacionado la enfermedad periodontal con patologías tan serias como problemas cardiovasculares, diabetes e incluso enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. La salud bucodental repercute en nuestro estado general, por eso, es importante prestarle la debida atención.